Cuando conduces a Tarifa desde Cádiz al aproximarte al pequeño pueblo de Facinas tu vista automáticamente busca las primeras imágenes de Africa y del impresionante Jebel Musa, que parece surgir de la nada en un día despejado. Mucho menos espectacular pero impresionante a su manera, son los afloramientos rocosos a ambos lados de la carretera a medida que te aproximas a Facinas. La montaña de roca que queda a tu derecha cuando te diriges hacia el Sur se conoce como la Roca de San Bartolo y sus caras de caliza y arena atraen a escaladores de toda España. Estas rocas que dominan la pequeña aldea de Betis y parecen brotar del bosque de eucaliptos que las rodea, proporcionan unas 250 rutas para escaladores experimentados o principiantes. Rutas de grado 3 hasta 8ª y que varían desde 15 metros hasta 80 metros de altitud.

Dos Xtremos recomienda... Girasol Adventure (ver enlace abajo). Mi familia al completo pasamos una mañana escalando con Girasol (ver vínculo a pie de página). Mi mujer y mis dos hijos (5 y 3 años) eran principiantes y yo tengo algunos recuerdos no muy buenos (en mi época escolar) de piernas temblando incontrolablemente sobre una roca en el norte de Inglaterra. Llegamos al punto de encuentro en la aldea de Betis a las 11 de la mañana donde nos esperaba Chris (nuestro guía alemán) con su coche repleto de material para escalar. Rápidamente nos equipó a todos con zapatos especiales y arneses y en pocos minutos subíamos por un sendero bastante empinado camino de las rocas (también un sitio perfecto para ver águilas –leer nuestro artículo sobre avistamiento de aves con Andalucian Guides –ver vínculo a pie de página). Chris nos explicó que en esta roca podíamos encontrar rutas de escalada para todos los niveles pero que nosotros (menos mal) nos dirigíamos a la más sencilla de todas. La cara que teníamos que atacar caía sobre un bosque de eucaliptos, que impedía a esta hora del día en el mes de Febrero que traspasara el sol y por ello la roca todavía estaba mojada por la lluvia de la noche anterior pero, al mismo tiempo, ofrecía una sombra bastante agradable del ya caluroso sol y los árboles y maleza a nuestro alrededor emanaban un ligero vapor.

Girasol utiliza con los principiantes el sistema de “top rope” (cuerda previamente fijada en la roca), lo que básicamente significa pasar la cuerda por unos mosquetones que a su vez se atan en una serie de enganches taladrados a diferentes alturas de la roca y a un enganche en la cima de la cara, y finalmente se ata al escalador. “Nuestra” roca medía unos 15 metros, pero desde abajo nos parecía muchísimo más alta. Sin embargo, a los únicos que nos preocupaba eso era a mi mujer y a mi (los niños no podían esperar para empezar). Cuando Chris correteo hacia la cima (conmigo guiándole) para enganchar la cuerda y dejar una bolsa de caramelos como premio, casi tuvimos que atar a los niños para impedir que se lanzaran a trepar sin más dilación. Después de una explicación sobre nuestro equipamiento y seguridad, había llegado la hora de empezar. Primero subió nuestro hijo de 5 años, quién con los consejos de Chris subió bastante rápido para llegar cuanto antes a los caramelos que le esperaban en la cima. Pero, tal y como nos había comentado Chris, bajar era otro asunto y entonces empezó a ponerse nervioso. Bajar es más difícil que subir probablemente porque miras hacia abajo por primera vez y entonces las piernas empiezan a temblarte y las manos a sudar. Chris subió hasta medio camino para ayudarle y animarle a bajar y cuando llegó abajo del todo fue recibido con enorme alegría. La idea era que nuestra hija de 3 años se pondría el arnés y subiría unos metros para que probara un poco y sintiera la sensación de estar colgando. Pero después de 3 metros ella decidió intentar 5 más y después otros 10 y antes de que nos pudiéramos dar cuenta estaba vaciando la bolsa de caramelos. Ella también tuvo sus temblores en la bajada, pero lo consiguió sin grandes problemas. ¡Se había establecido el nivel a alcanzar por los padres! En fin, mi mujer y yo (ya no quedaban caramelos en la cima) lo conseguimos (aunque con temblores tanto a la subida como a la bajada) y al poco rato de bajar le preguntamos a Chris por la posibilidad de algo un poco más exigente.

Girasol ofrece todo tipo de paquetes para escalar, desde sesiones de toma de contacto como la nuestra, hasta cursos que pueden durar días o semanas para todos los niveles. También organizan una escalada nocturna en días de luna llena.

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